Por Washington Cabello
(MANAGUA, Nicaragua).- No solo por la inseguridad económica y social, cientos de nicaragüenses están abandonando el país, sino por la política, ya que el asesino que encabeza el «gobierno» tiene en su lista más de 300 asesinatos, de los cuales casi una tercera parte pertenecen a los cuerpos armados.
Un caso reciente y que más resalta ha sido el del activista de los Álvaro Leiva, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (Anpdh), que se vio obligado a abandonar el país, e irse a Costa Rica, tras amenazas de muerte de los esbirros del dictador.
La Anpdh, dijo que su secretario ejecutivo estaba siendo asediado por grupos armados no autorizados y llamadas telefónicas de amenazas a las oficinas de denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Leiva, se mantuvo activo desde que estalló el conflicto social el 18 de abril, pasado, negociando libertad de presos políticos y socorriendo heridos.
Ya el cantautor, autor del himno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Mejía Godoy, había emigrado por las mismas circunstancias el día anterior.
La situación es muy delicada y cada día se complica, porque Ortega, no cede absolutamente a nada, es tan así que tirotean Iglesias, cancelan médicos, por atiender a los heridos.
Los organismos humanitarios, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), han mostrado su preocupación porque esta crisis ha tocado fondo.
Representantes del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), discutieron la situación del país, al enterarse del exilio de Leiva.
El Meseni y la Acnudh se reunieron con miembros del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y otras organizaciones “para intercambiar aspectos sobre la situación de Nicaragua”, informó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Es una mala noticia, en el sentido que representa una persecución para los defensores de derechos humanos”, dijo Gonzalo Carrión, director ejecutivo del Cenidh.
Como podemos observar en los vídeos esta caterva de respeta absolutamente nada, y penetró a la Iglesia e hirió a obispos, sacerdotes y feligreses, arremetiendo a tiros contra los templos y pegándoles fuego.